Aprovechando el día mundial de la parálisis cerebral y la campaña yo decido. Quiero decir que el derecho a decidir es innato en la persona y es derecho que para ejercitar este derecho tendrá que ponerse en marcha los apoyos necesarios. Hoy grito:
¡DECIDO EMPRENDER CUESTE LO QUE CUESTE !!
Cuando eres joven con dieciocho años, piensas en labrarte un futuro laboral para ganarte los cuartos, del mismo modo, cuando eres joven con diversidad funcional también tienes el pensamiento pero el sistema te lo quita de un plumazo porque según su criterio no somos personas productivas y te permite dos caminos; una pensión de por vida, que varía en función de tus ahorros o ingresos o el otro camino es acudir a un centro especial empleo , lo que aboca a muchas personas a un empleo que no se adecúa a su nivel formativo. Con todo, el número de mujeres que trabajan o han trabajado en el empleo protegido es sensiblemente inferior al de varones. Como mujer con diversidad funcional que soy, un día dices , yo no quiero esto para mi , quiero trabajar. Y es ahí cuando empieza la verdadera carrera de fondo contra el sistema y te sientes muy sola y es por esto por lo que las mujeres no se atreven.
En mi corta experiencia en mercado laboral ordinario a pesar de mi formación cualificada, me he enfrentado a situaciones surrealistas como por ejemplo, llegar al centro de trabajo y que te digan sin dejar hablar servicios sociales es en primera planta o que te digan ven tu, no contábamos con tu persona de asistencia, o que los trabajos te duren un minuto porque no eres como esperaban. Generalmente las contrataciones de personas con una gran dependencia como mi caso, no son indefinidas porque el sistema determina que con seis meses es suficiente, a mi modo de entender el empleo con apoyo en sentido amplio que ahora entenderéis a que me refiero constituye una herramienta fundamental para conseguir un empleo de calidad.
Me gustaría destacar la figuraa del asistente personal, son personas que nos prestan apoyo para realizar las tareas que no podemos realizar por nosotras mismas, pero como invitadas de piedra; es decir yo decido que y hasta dónde. En mi caso está siempre cuando yo lo necesite. Ni la sociedad ni los caminos del emprendimiento están preparados para que una persona con diversidad funcional necesite asistencia personal. Las administraciones deben de sufragar los gastos de las personas de apoyo o dotar a las empresas de herramientas económicas que facilitan la incorporación de una persona de apoyo cuando una persona con diversidad funcional lo necesita. La asistencia personal es una inversión en empleo directo y de calidad, minimiza márgenes e intermediarios y es más rentable y eficiente que otros servicios segregadores.
Las administraciones tienen que ver que van ahorrar miles de euros por persona respecto a sistemas asistenciales y también que la asistencia personal puede significar un nicho de empleo para mujeres en situación y/o en riesgo de exclusión social .
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