Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la diversidad funcional una cuestión que va a relenti
El informe “Nuestro futuro común” (1987) de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, se define desarrollo sostenible como la posibilidad de crecer y satisfacer las necesidades que tenemos en el presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras garantizando un punto de equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado medioambiental y el bienestar social. Por lo tanto, nos enseña el desarrollo sin dañar a los que vendrán y para ello necesario un triángulo de equilibrio entre lo económico, medioambiental y social Durante muchos años todas las acciones hacían hincapié solo en lo económico faltando alguna pata siempre, hasta que, descubrieron la esfera medioambiental y social y desde entonces el desarrollo se vio como un todo.
Las personas y el planeta
Los Entes de poder elaboraron planes para incorporar el desarrollo sostenible en nuestras políticas y nuestro día a día.
En el 2015 las Naciones Unidas aprobaron una agenda y un plan de acción para los siguientes 15 años. Se denominaron la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los firmantes están trabajando para conseguir sus metas y objetivos en torno a desafíos como pobreza, hambre, salud, desigualdades, educación, trabajo, agua, energía, consumo, industria, comunidades, cambio climático, ecosistemas, paz y alianzas. La idea es avanzar en estas cuestiones sin primar lo económico sobre el resto para conseguir un mundo más equitativo y justo.. ¿Hasta ahora parece fácil no? Pero como lo aplicamos..
La nueva agenda llama a la acción no solo a los gobiernos de todas las esferas, sino a muchos otros agentes, como: a la sociedad civil, a la enseñanza, a los sindicatos y a las empresas. Debemos repensar la relación entre naturaleza y sociedad desde un punto de vista económico, incluyendo las dimensiones sociales, ambientales y económica. Los objetivos se centran en el bienestar de las personas, la protección de les ecosistemas ecológicos, la prosperidad mediante el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico, garantizar la paz y fomentar las alianzas para el desarrollo. Vamos hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4, 8, 10, 11 y 17 donde las personas con diversidad funcional debemos estar presentes.
Salud Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades es importante para la construcción de sociedades prósperas.A pesar de los importantes avances que se han hecho en los últimos años en la mejora de la salud y el bienestar de las personas, todavía persisten desigualdades El acceso a la salud y el bienestar es un derecho humano el Desarrollo Sostenible ofrece una nueva oportunidad de garantizar que todas las personas. Las brechas de atención se relacionan con las barreras que enfrentan para acceder a servicios de salud: la oferta y la capacitación del personal médico y administrativo es limitada, las clínicas y los hospitales no tienen adaptaciones físicas y las atenciones son costosas. De forma que las personas con diversidad funcional reducen sus visitas médicas porque los centros de salud están muy alejados de sus domicilios, son de difícil acceso y con frecuencia lidian con actitudes discriminatorias o con la negación de servicios
La igualdad es un valor imprescindible para el progreso, el avance, de toda la sociedad, porque ofrece la posibilidad de que cada ser humano tenga los mismos derechos y oportunidades, y en consecuencia, de que cada persona pueda aportar al conjunto desde su libertad, de que pueda contribuir con su trabajo, su esfuerzo
La educación es un derecho reconocido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Para que todos tengan acceso a ella, deben darse unas condiciones mínimas de integración dentro de las instituciones educativas, tanto a nivel de instalaciones como de medios técnicos y humanos para el correcto desarrollo de todos los alumnos.
Tras lograr una formación de calidad, las personas con discapacidad deben poder acceder en condiciones de igualdad a un empleo digno que les permita vivir de forma independiente. Los poderes públicos tienen que articular mecanismos para su inclusión dentro del mercado laboral sin que se puedan advertir rasgos discriminatorios en su contratación por parte de las empresas. Las mujeres cobran menos que los hombres, y el salario va disminuyendo a medida que el nivel de diversidad funcional es mayor. Estos datos denotan la existencia de múltiples barreras sociales que imposibilitan el acceso al mercado laboral de las personas con diversidad funcional.
La Accesibilidad universal
Una ciudad y una comunidad accesibles y sostenibles deben serlo para todos los individuos que viven en ellas. Lograr que las personas con diversidad funcional puedan desplazarse con total tranquilidad y en solitario por el entorno en el que quieran es un compromiso que deben desarrollar las entidades públicas y las empresas privadas. Solo así conseguirán que se sientan incluidas dentro de la sociedad y participen de las actividades que se organicen sintiéndose uno más de la comunidad de la que forman parte desde su nacimiento
Para concluir, la exclusión sistémica estructural condiciona las experiencias diarias de la población con diversidad funcional. Para el año 2030 debe poner de manifiesto la necesidad de aproximarnos a las desigualdades con un enfoque interseccional.
Garantizar los derechos de las personas con diversidad funcional no es una cuestión de caridad y limosna, sino que forma parte
de un asunto de dignidad intrínseca al ser humano.
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